domingo, 12 de octubre de 2008

Decir Bolero es decir buena música

Cesar Portillo (Izquierda)
Barbarito Diez (Abajo)


Por Moraima López León

A nadie que le guste la música se le ocurre pasar por Argentina sin husmear en los orígenes del tango y su más genuino exponente Carlos Gardel o darse un paseo por Santo Domingo y dejar de bailar un merengue. Igual sucede en Cuba con algunos géneros musicales propios de nuestra cultura nacional. Tal es el caso del bolero cuya primera obra fue compuesta por el cubano José Pepe Sánchez y la tituló Tristezas, este hecho ocurrió en Santiago de Cuba en 1886 y dio origen formal al género que fue evolucionando y pasó de bares y cantinas a música de serenatas e interpretados por artistas de renombre mundial en grandes conciertos.

El bolero desde su nacimiento es un género ardiente tibio, callado e íntimo. Decir bolero es decir buena música, que nos evoca algo o alguien, una felicidad o una tristeza. Éste forma parte de nuestra cultura e idiosincrasia latinoamericana y está también dentro de nuestro corazón, porque es una de las formas en que cantamos al dolor y al amor.

Uno de los grandes músicos cubanos que dio vida al bolero los es, sin dudas, Barbarito Diez, quien interpretó piezas antológicas como Las perlas de tú boca, Dulce embelezo, y Tú que has hecho, melodías que combinaba con el danzón y las eternizó en su voz.

El cantante Benny Moré fue otro de los grandes amantes del género, aunque su imagen es más conocida por El bárbaro del ritmo, tiene grandes boleros como Mucho corazón, Como fue y Hoy como ayer.

Y qué decir del gran Ignacio Villa, el también llamado Bola de Nieve, quien marcó pautas en el romanticismo cubano con Si me pudieras querer, así como René Cabel, denominado el Tenor de las Antillas, que dejó un extenso repertorio y con él se inicia la era de los tenores boleritas.

Otros compositores que dieron vida al bolero en Latinoamérica son César Portillo de la Luz, autor de piezas como Contigo en la distancia y Delirio. La mexicana Consuelo Velásquez, autora del conocido bolero Bésame mucho y más cercano aún en la década del 80 el bolero cubano tuvo nuevos exponentes, entre los cuales se encuentra Pablo Milanés con clásicos como Yolanda.

Por su parte la banda cubana Buenavista Social Club le corresponde el mérito de haber dado vida a clásicos del género, a veces olvidados, sus sones y boleros de tanto o más años, que sus rejuvenecidos cantantes han dado la vuelta al mundo conmoviendo multitudes para reencontrarnos con la pasión y el sabor del que hicieron gala nuestros padres y abuelos.

En Cuba y auspiciado por la Unión Nacional de Escritores y Artistas Cubanos (UNEAC) cada año se dedica el Festival Boleros de Oro a este género, porque son miles, más o menos jóvenes, los que lo prefieren, lo escuchan y lo necesitan.

El bolero no reemplaza a ningún otro género en el mundo. Con sus mágicas cadencias es siempre y para siempre el rey de la música para enamorados. De su historia y orígenes hay muchísimo para contar, porque el tiempo de permanencia de éste en el mundo dio diferentes giros, hasta llegar a la bella música que es hoy y será siempre.

Somos latinos y románticos de modo que nos puede gustar la salsa, el merengue, el tango, el mambo o la conga, pero de lo que si estoy segura es que también nos encanta disfrutar de un buen bolero.

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